En algunos lugares muy fríos se acostumbra a quemar leña para combatir las bajas temperaturas, para mantener una temperatura cálida y confortable dentro del hogar. Esta costumbre no es muy ecológico, pero es mejor que quemar gas o usar electricidad, debido a que estos producen mayor contaminación ambiental.
Podemos sacar provecho a esto, aquí aplicamos una frase de un químico que dijo «La materia no se crea ni se destruye solo se transforma», así que aquí algunos trucos para utilizar la ceniza que deja la leña después de ser quemada.
La ceniza sirve como complemento de nuestro abono, para usarlo en nuestro jardín, pero no abusemos de este beneficio debido a que los alcaloides acidifican nuestro suelo. Es recomendado para plantas ácidas como por ejemplo los rosales, la ceniza es rica en potasio. asegúrate que las cenizas estén completamente fría antes de darle un uso.
Complemento para el abono. Antes de que el compuesto lo apliques al suelo, solo para mejorar los nutrientes esparce un poco de ceniza. No demasiado, porque puedes arruinar tus plantas robándose el nitrógeno al abono.
Extiende alrededor de las plantas del jardín, las cenizas repelen las babosas y los caracoles.
Acelerar el crecimiento de los tomates. Para los amantes de las plantas de calcio, coloca ¼ de taza justo en el hoyo al momento de plantar.
Control de algas en un estanque. Una cucharada por cada 1.000 galones es suficiente potasio para fortalecer plantas acuáticas que compiten con las algas, ralentizando su crecimiento.
Neutralizar olores de mascotas. Frota un poco sobre su pelaje, para neutralizar el olor persistente.
Ocultar manchas en el pavimento. Rocia ceniza directamente sobre el terreno.
Derrite el hielo. Añade tracción y deshiela sin perjudicar la tierra o el concreto debajo.
Limpia las puertas de cristal de la chimenea. Con una esponja húmeda con ceniza elimina residuos de hollín.
Pon cenizas a remojar en agua, haces una lejía que se puede mezclar con grasa animal y luego se hierve para producir jabón. La sal hace que se endurezca mientras se enfría.
Abrillanta la plata. Una pasta de ceniza y agua y se hace un pulidor de metales tóxicos.
Un uso más insólito consiste en envolverla en un trozo de tela, filtrar agua a través de ella y lavar la ropa en un momento socorrido. Ingeniosa opción donde las haya, y no tenemos detergente a mano.
También puede servir como una tinta especial. Conseguirla requiere un procedimiento sencillo: tan sólo hay que humedecer la y aplastarla, hasta saturar la cantidad de ceniza en el agua. El resultado será una tinta tipo Sumi, pero no tan negra.